El Toyota Land Cruiser, LR Defender y MB Clase G son tres auténticos todoterrenos
La actual moda de los SUV que ha invadido las calles y,
sobre todo, las ventas de nuestro mercado, ha hecho que la estética de un
todoterreno se haya popularizado. Sin embargo, el 90% de los todocaminos que
vemos a diario tienen las mismas capacidades fuera del asfalto que cualquier
turismo convencional.
Es cierto que algunos modelos tienen una mayor altura al
suelo, pero al no estar desarrollados para circular fuera de la carretera,
suelen contar con unos ángulos poco apropiados para la práctica de off-road y, por
supuesto, no montan determinadas protecciones vitales para proteger la
mecánica en caso de meternos por un terreno escarpado.
Si necesitamos un coche con el que frecuentar terrenos
complicados, que aguante todo tipo de maltratos y que podamos, por ejemplo,
vadear un río sin preocuparnos de quedarnos en el intento, tendremos que ir a
por un todoterreno.
Poco tienen que ver con un SUV, y es que desde el primer
momento de su concepción, este tipo de coches están pensados para la conducción
en zonas forestales. Además, han evolucionado para ser ya productos más
refinados y completamente apropiados para utilizarse a diario, por lo que no
tienen nada que ver con esos antiguos 4x4 con interiores extremadamente
espartanos e incómodas suspensiones de ballesta.
Nuestros tres protagonistas de hoy cumplen con esas dos
premisas: tienen unas capacidades off-road espectaculares sin dejar de lado el
lujo y el confort de marcha. Estamos hablando del Toyota Land Cruiser, el Land
Rover Defender y el Mercedes-Benz Clase G, tres auténticos todoterrenos con los
que se puede llegar muy lejos. Vamos a conocerlos en profundidad:
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Si pensamos en un todoterreno resistente y con grandes
aptitudes off-road, uno de los primeros que se nos ocurren es el mítico Toyota
Land Cruiser. Con 70 años de experiencia a sus espaldas, el TT japonés es uno
de los modelos de referencia para cualquier aficionado al 4x4 que se precie.
La actual generación se lanzó al mercado en 2010, aunque es cierto
que la marca hizo actualizaciones del modelo en 2014, 2016, 2018 y 2020. La del
pasado año fue muy potente, puesto que se incluyó una gran variedad de
asistentes a la conducción (ADAS), un nuevo sistema multimedia y una nueva mecánica
más eficiente. Sin embargo, Toyota ha seguido manteniendo el que es uno de los
rasgos más característicos de su modelo: se puede elegir con carrocería de tres
o cinco puertas.
Su comportamiento en terrenos complicados le convierte en
una de las referencias dentro del mercado. Como hemos comentado antes, el
Toyota Land Cruiser se ha ido refinando a lo largo de su longeva vida
comercial, por lo que ofrece un confort de marcha muy elevado a sus ocupantes y
su comportamiento dinámico, pese a ser más torpe que el de un SUV, es
razonablemente bueno.
En cuanto a su gama mecánica, el Toyota Land Cruiser ofrece
una sola motorización de gasóleo, lo más apropiado para un vehículo de este
tipo. Se trata de un propulsor de cuatro cilindros y 2.8 litros con turbo capaz
de entregar 204 CV y 420 Nm de par motor, pudiéndose asociar a una transmisión
manual de seis relaciones o a una automática de convertidor de par con las
mismas marchas.
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El Land Rover Defender es un clásico para los aficionados
del 4x4, y es que las primeras unidades del mítico 4x4 británico salieron de
las líneas de ensamblaje en 1948. Desde entonces, sus líneas se habían
mantenido muy fieles al concepto original, por lo que era el perfecto aliado
para el trabajo rural.
Los más puristas se tiraron de los pelos cuando la bomba
salió a la luz: el Land Rover Defender se renovaría por completo en 2020 y poco
tendría que ver con lo anteriormente conocido. Es cierto que la nueva
generación del Defender tiene pocas similitudes con el modelo original, puesto
que ahora es mucho más refinado y lujoso, es decir, un poco más SUV.
Sin embargo, el Land Rover Defender ha vuelto a demostrar
que sigue siendo uno de los pocos todoterrenos auténticos del mercado. Quizá el mayor salto adelante se puede
apreciar en el habitáculo, y es que cuenta con las últimas tecnologías del
mercado y su interior está rematado con materiales de la máxima calidad.
Uno de los aspectos donde más se nota la modernidad del Land
Rover Defender es en su gama mecánica, y es que la electrificación ha llegado
al TT británico. Podremos elegir entre seis alternativas: dos diésel con
microhibridación –y Etiqueta ECO de la DGT- (D200 de 200 CV y D250 de 249 CV) y tres de gasolina (P300 de 300 CV, P400 de 400 CV y el mítico 5.0 V8 de 525 CV),
siendo los dos primeros Mild Hybrid y por, tanto, con Etiqueta ECO.
Por último, tenemos la versión híbrida enchufable, el P400e.
Esta combina el motor del P300 con un motor eléctrico colocado en disposición
delantera con 143 CV, de forma que la potencia total del conjunto es de 404 CV
capaces de entregar 640 Nm de par motor. Además, cuenta con una batería de 19,2
kW, por lo que puede recorrer 43 kilómetros en modo 100% eléctrico, una cifra
suficiente como para conseguir la Etiqueta 0 de la DGT.
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El Mercedes-Benz Clase G es otro de los modelos más míticos
del mercado, y es que desde que su primera generación fuera lanzada en 1979, la
marca de la estrella ha conseguido mantener su estética prácticamente idéntica
a la del modelo original.
A pesar de que su imagen lleva prácticamente inalterada más
de 40 años, los cambios tanto en sus entrañas como en su interior han ido de
forma paralela al resto de la gama del fabricante. De esta manera, tenemos uno
de los mejores ejemplos de que combinar el lujo y unas capacidades off-road
espectaculares es posible.
El interior es la perfecta combinación entre lo tradicional
y lo tecnológico, por lo que el salpicadero mantiene la misma disposición de
siempre pero con una potentísima dotación tecnológica protagonizada por el
sistema de infoentretenimiento MBUX. Destacan las dos pantallas de 12,3
pulgadas, una para manejar la infinidad de opciones del sistema multimedia y
otra para el cuadro de instrumentos.
La oferta mecánica del Mercedes-Benz Clase G es bastante
amplia para lo que suelen ofrecer este tipo de vehículos. Por ello, tenemos
cuatro alternativas, dos diésel (G 350d de 286 CV y G 400d de 330 CV) y otras
dos de gasolina (G 500 de 421 CV o el todopoderoso AMG G 63 de 585 CV, capaz de
hacer el 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima limitada
a 220 km/h).