Su gran autonomía y
su rentabilidad por kilómetro son sus principales atributos
En los tiempos que corren con unos precios de la gasolina y
del diésel desorbitados hay quien no sabe qué combustible elegir, más cuando el
precio de la luz también está en niveles excesivamente altos y el coste de los
coches 100% eléctricos todavía supone una barrera para los usuarios. En este escenario
hay quien lleva años optando por combustibles alternativos como el gas, bien
sea GLP o GNC. No obstante, la llegada del año nuevo ha traído consigo
igualmente una escalada del precio del gas natural comprimido vehicular dejando
en la ecuación una única variable económica: el GLP.
Este combustible derivado del petróleo siempre ha gozado del
beneplácito de muchos conductores quienes no veían como un tema importante el
hecho de que el consumo cuando empleaban este combustible resultaba ligeramente
más alto. No obstante, la carga eficiente de la que hace (con unos valores de
CO2 y NOX más bajos que el diésel y la gasolina) unido desde hace menos de un
lustro a que son considerados como vehículos ecológicos portando así el sello
ECO de la DGT, han hecho que sus ventas se disparen.
Más aún cuando el sobrecoste respecto a sus homólogos de
gasolina no resultaba ser excesivamente preocupante para el bolsillo del
consumidor quien además se beneficiaba de una autonomía total infinitamente
mayor, gracias a la colocación del segundo depósito de GLP situado en el hueco de la rueda
de repuesto. Además, Al ser un sistema más
limpio, se eliminan catalizadores, filtros, adblues con lo que se reduce la
posibilidad de averías mecánicas. Así, por ejemplo, la vida útil del aceite se
incrementa con lo que supone para el cuidado del motor. Pero si hablamos
de rentabilidad, el GLP resulta actualmente imbatible en términos de coste por
kilómetro, de aproximadamente un 45% menos que el de la gasolina.
En la actualidad hay una amplia gama de fabricantes
que apuestan por ofrecer uno o varios modelos alimentados por GLP, al tiempo
que los modelos ya comercializados pueden transformarse a posteriori para
emplear este combustible. A todo ello se suma una red de repostaje muy amplia
que en el caso de España cubre la práctica totalidad de la Península con más de 650 gasineras, mientras
que el rellenado desde el suministrador se
realiza en un tiempo equiparable al necesario para la recarga de gasolina. Es
sistema es, así mismo, muy sencillo y cómodo. Hoy por hoy hay una marca,
en general y un grupo, en particular, que son los grandes dominadores de este
combustible. Hablamos de Dacia y Renault, respectivamente que copan los cinco primeros
puestos del ranking de modelos que emplean GLP. No obstante, hay otros
fabricantes que también apuesta por ellos. Aquí te ponemos los que a nuestro
juicio son los tres modelos más interesantes.
Todas las versiones desde 13.522€
La tercera generación del utilitario franco rumano no solo
ha dado un salto de calidad considerable sino que gracias a que mantiene sus
versiones alimentadas por GLP, sigue siendo una de las grandes referencias del
mercado. Lidera el segmento de los coches de gas con una clara ventaja sobre
sus perseguidores. En el caso del motor ‘convertido’ a gas licuado hablamos del
conocido, contrastado y afamado TCe de 1,0 litros de cilindrada que en este
caso genera una potencia de 100 CV. Mantiene intacto su diseño y sus
capacidades con un maletero que si bien pierde la rueda de repuesto por la
colocación del depósito de GLP mantiene su volumen de 328 litros.
Un depósito de GLP de casi 40 litros que unido a
otro de combustible de 50 litros le permiten cifrar una autonomía cercana a los
1.200 kilómetros, es decir, el equivalente entre Madrid y París. Entre sus
características técnicas, además de los 100 CV de potencia, genera un par
máximo de 170 Nm y únicamente se combina con la caja de cambios manual de seis
relaciones. Una de las principales ventajas de esta nueva generación es que
Dacia ha conseguido subsanar el problema relativo a la falta de información en
el ordenador de a bordo y ahora los conductores pueden consultar el consumo,
autonomía y demás datos de manera más fiable. Además, el conmutador se ha integrado
en el propio salpicadero. El sobrecoste frente al homónimo de gasolina ronda
los 1.300 euros.
Todas las versiones desde 21.175€
Primo hermano del Dacia Sandero Stepway, comparte la
misma base mecánica que el rumano. Si bien ofrece una calidad de construcción
mayor, también resulta ser un coche ligeramente más caro. Ahora bien, una de
las ventajas frente a su hermano de grupo es la habitabilidad y el espacio disponible para la carga pues el
maletero cubica 422 litros ampliables a casi 530 cuando se desplaza la segunda
fila de manera longitudinal. Como decimos, el motor es idéntico, el 1.0 TCe de
100 CV a combinar con la caja manual de seis relaciones homologando un consumo
similar al del Dacia lo cual le permite, igualmente, homologar una autonomía
superior a los 1.000 kilómetros y, lo que es más importante, ofrecer un coste
por kilómetro mucho menor cuando emplea el GLP, aproximadamente un 40% más
beneficioso.
Al proponerse de fábrica, el Captur GLP también
cuenta con un ordenador de a bordo completo en el que se integra toda la
información relativa al consumo y autonomía cuando se emplea cada combustible.
Del mismo modo, el comando relativo al cambio de gasolina a GLP y viceversa se
realiza mediante un botón integrado. Respecto a las prestaciones, el Captur de
GLP registra una velocidad máxima de 173 km/h y un 0 a 100 km/h de 13 segundos.
Todas las versiones desde 42.900€
Pocos modelos de corte familiar tienen tantas ansias de
aventura como el Subaru Outback. La nueva generación del crossover familiar ha
mejorado considerablemente en infinidad de aspectos, desde la calidad de
rodadura hasta la digitalización y tecnología pasando por la seguridad. De
hecho, en este último aspecto, el Outback se ha convertido en el modelo más
seguro de todo 2021 según las pruebas realizadas por euroNCAP. Entre sus virtudes,
además de las capacidades off road inigualables, con un sistema X-Mode y la
tracción total que le permiten escalar cualquier dificultad, se encuentra un
interior acogedor con un maletero de lo más capaz: 522 litros.
En lo que a eficiencia se refiere, el hecho de que
Subaru haya ampliado las posibilidades de elegirlo con un combustible
alternativo como es el GLP permiten paliar el que es uno de sus puntos más
flojos: la autonomía ligada al consumo. Porque de por sí el 2.5i de gasolina
atmosférico resulta ser un motor bastante gastón, con una media de 8,6 l/100 km
lo que obliga a ofrecer un depósito de combustible grande, de 63 litros. Cierto
es que con estas cifras se pueden superar los 700 kilómetros con facilidad pero
si sumamos la variable del GLP el rango final puede llegar a rozar los 1.500
kilómetros. Todo ello sin dejar de olvidar que esta versión supone un ahorro
del 45% en lo que a gasto de gasolina se refiere, sumando lógicamente la
etiqueta ECO. Cierto es que esta versión no se oferta de fábrica sino que una vez
adquirido el Outback se envía a un preparador externo que instalará el kit GLP
y el sistema de lubricación ValveCare para alargar la vida del motor. El
sobrecoste en este sentido es de 2.500 frente a la tarifa base.