Son tantas las
pantallas o de tal tamaño que parecen una sala de estar en lugar del puesto de
conducción de un coche.
Los amantes de los coches clásicos llevan años que trinan
aunque ahora, con toda la crisis de los semiconductores parece que tienen
motivo para soltar alguna que otra carcajada. Y es que una de sus principales
premisas es afirmar que los coches se han convertido en auténticos ordenadores
con ruedas.
Atrás quedan los tiempos en los que el interior estaba
formado por un volante, una palanca de cambios y un cuadro de relojes. Quizá el
extra más afamado era la radio o, ya puestos a realizar dispendio, un lector de
CDs. Sin embargo, de aquí a una década, el puesto de conducción se ha
convertido en un auténtico centro de mandos, propio del mejor Boeing 747 que se
precie. Repleto de pantallas, de información y, sobre todo, de funciones.
El conductor ya no solo se ha de preocupar de conducir, sino
también de conocer perfectamente lo que le rodea para sacar el máximo partido a
su vehículo o simplemente para no estamparse en la primera rotonda por separar
la vista de la carretera. En menos de un lustro, además, hemos pasado de tener
un monitor central de, como mucho, 10 pulgadas a ver auténticos proyectores que
llegan a las 18” (algunas televisiones de las salas de estar de estar los años
80 eran más pequeñas). No solo eso, sino que el cuadro de relojes ha dejado de
tener dos esferas analógicas y unas agujas sino que ahora es otra pantalla. Y
para colmo,los Head-up display, esos sistemas de proyección de imágenes, cada
vez ocupan más superficie y cuentan con funciones del estilo de la realidad
aumentada.
A todo ello se suman asistentes personales que reconocen
órdenes vocales y que, en pos de la futura conducción autónoma, van
aprendiendo según nuestros hábitos y costumbres; sistemas de navegación
conectados; alertas del tráfico, meteorológicas y de avisos en tiempo real;
sincronización con nuestros dispositivos móviles e incluso la posibilidad de
interactuar con nuestro coche a distancia o de abrirlo y arrancarlo para que
una tercera persona pueda emplearlo sin necesidad de llevar la llave consigo.
En definitiva, normal que en cuanto haya una crisis de semiconductores o de
chips, la producción de coches se paralice. No obstante, en estas líneas te
traemos los que creemos son los tres coches más avanzados del momento a nivel
tecnológico. Una curiosidad: los tres son eléctricos.
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La primera berlina 100% eléctrica de Mercede-Benz da un paso más en lo que a digitalización interna se refiere. Se sostiene sobre una plataforma desarrollada exclusivamente para modelos eléctricos. Tiene el coeficiente aerodinámico más bajo del mercado la actualidad (Cx de 0,20) y cuenta con un batallón de asistentes a la conducción. A todo ello se suma un rendimiento propio de los mejores modelos firmados por AMG gracias a los 523 CV que rinde su versión actual más potente (pronto llegará uno con dicho sello y una potencia hasta de 761 CV). La autonomía, por su parte, alcanza los 824 kilómetros en ciclo urbano.
Sin embargo, lo más representativo de esta berlina cero emisiones de 5,22 metros de largo es lo que verán en primer plano los dos ocupantes delanteros: la MBUX Hyperscreen. Se trata de la pantalla más grande del mercado gracias a la combinación de tres monitores bajo un mismo marco curvo. La central tiene un tamaño de 17,7 pulgadas mientras que el cuadro de instrumentos y la situada junto al pasajero cuentan con 12,3 pulgadas. Todas tienen tecnología OLED, función táctil (menos el cuadro digital que se maneja con los comandos del volante) y sensor háptico. No contentos con ello, el Head-up display ofrece una superficie similar a un monitor con un tamaño de 750 x 873 mm proyectando la información en realidad aumentada (función que también es visible en el monitor central).
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Fueron los primeros en proponer un puesto de conducción
minimalista en el que solo una pantalla y una sola pantalla fuera el cerebro de
operaciones. Hablamos de la dupla de Tesla el Model S y Model X a los que
posteriormente se les ha unido el Model 3 y Model y con un formato horizontal,
el cual ha sido adoptado ahora por la berlina californiana.
Y es que el Model S se estrenó con un monitor vertical que
ahora ha dejado paso a una gigantesca pantalla de 17 pulgadas con una
resolución de 2200x1300 píxeles en la que destacan tanto la vivacidad de sus
colores como la respuesta. Porque una de las pegas era el tiempo de respuesta
de este monitor, el cual ha sido ahora mejorado con dicha actualización.
En esta pantalla el usuario podrá tanto interactuar
con el coche como visualizar contenido en streaming que eso sí solo será
posible cuando esté parado o con la función autónoma activada (admitida en
algunos estados de Norteamérica). La interacción con el coche es total gracia a
la aplicación móvil que nos permitirá hasta limitar la velocidad del vehículo
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El primer eléctrico fabricado en masa de Ford y, sobre todo,
el primer Mustang de la historia que no emite bramido mecánico ni consume una
sola gota de carburante también tiene el honor de ser el Ford más avanzado
hecho hasta el momento. Bastan dos detalles para percatarse de ello. El
primero, antes de entrar en el habitáculo gracias al código pin que se
introduce en la puerta y que permite prescindir por completo de la llave
física.
El segundo, el monitor central de 15,5 pulgadas en
disposición vertical que aglutina todas las funciones del vehículo. Tiene una
clara inspiración en los modelos de Tesla pero resulta mucho más rápido e
intuitivo. Además, el Mustan Mach-E está preparado para recibir todo tipo
de actualizaciones de manera remota, desde el sistema de activación de voz
hasta tecnologías de asistencia al conductor y de rendimiento. Por su parte, el
sistema de reconocimiento vocal de voz puede utilizar el procesamiento de voz
basado en la nube para entender comandos de conversación como: “Encuéntrame el
mejor restaurante italiano” aprendiendo de tus patrones de usuario
para ofrecer una experiencia más personalizada. La guinda la pone el
altavoz firmado por B&O situado justo frente al copiloto, completamente
oculto pero ofreciendo una elevada experiencia de sonido.