Por
consumo medio, híbridos y diésel andan a la par. El Peugeot 208, el Volkswagen
Golf y el Citroën C4 Cactus así lo demuestran... e incluso, mejoran.
¿Gasóleo
o una mecánica con cierto toque eléctrico? Las segundas son más limpias, pero
quizá no cumplan del todo tus expectativas, así que vamos a presentarte tres
coches diésel que harán que te olvides de los híbridos.
La
ventaja del propulsor de combustión se nota al salir a carretera: en estas
circunstancias, un híbrido no puede beneficiarse de las bondades del motor eléctrico,
pues el ritmo y la demanda de potencia no permiten que el automóvil funcione únicamente
con las baterías. Así, el gasto de carburante es similar... e incluso mayor,
debido al peso que suman las “pilas”. Eso sí, en cuanto a emisiones, los híbridos
no tienen rival en los diésel, por lo que estas mecánicas “mixtas” serán
indispensables si quieres entrar con tu vehículo en la zona centro de la capital.
¿Qué ofrece el coche diésel
para que te olvides del híbrido? Si te gusta conducir, agradecerás un cambio manual,
en lugar de una transmisión automática. Además, la respuesta de su motor es más
natural y su consumo, más contenido y lineal. Y tan bajo, en el caso de nuestras
tres propuestas, que pasarás muy poco por las estaciones de servicio.
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La
versión 1.6 HDi de 75 CV gasta una media de 3 litros de gasóleo cada 100 kilómetros;
se trata de una cifra casi ridícula y muy a la par (incluso inferior) con la de
cualquier modelo híbrido. Su espíritu “eco”, además, se refleja desde su
fabricación: un 25% de sus materiales son reciclados y su ligereza le permite
consumir menos combustible y emitir menos dióxido de carbono.
Sus
dimensiones lo convierten en un coche perfecto tanto para la ciudad, gracias a
una longitud de 3,9 metros, como para una escapada de fin de semana: su maletero
ofrece 285 litros.
El
famoso Peugeot i-Cockpit, con un volante más pequeño, un head-up display y una
gran pantalla táctil, forma parte de su equipamiento: algunos conductores no lo
encuentran muy cómodo, ya que la posición del aro obliga a perder parte de la información.
La conectividad corre a cargo de los dispositivos Bluetooth, USB y de las Peugeot
Connect Apps (actualizadas y con función Mirror Screen, replican el contenido
del smartphone en la pantalla multimedia).
La seguridad incluye asistentes
como el de aparcamiento, el Active city brake (frena de forma automática si el
conductor no lo hace a tiempo) y una cámara de visión trasera.
Todas las versiones desde 24.936€
Hay
un motor TDI BlueMotion 1.6 para el Volkswagen Golf que sólo gasta 3,2 l/100
km, lo que convierte, sin lugar a dudas, este coche diésel en alternativa a un
híbrido. Y muy interesante, además.
Para
empezar, el propio Golf ofrece variantes híbridas e incluso eléctricas, pero son
más caras. El precio de esta versión es más asequible y, por el importe que
habrás de desembolsar, te llevarás uno de los compactos más deseados del
mercado y con mejor fama. Un Golf es un Golf, no lo olvidemos, aunque no tenga
las siglas GTI asociadas.
Su
propulsor es solvente y mueve el modelo con agilidad en cualquier circunstancia,
gracias también al buen trabajo realizado en el chasis: las suspensiones,
orientadas a la comodidad en este caso, realizan su trabajo a la perfección. Es
una de las características que ha alimentado la leyenda del modelo.
En el interior encuentras
una imagen sobria y materiales y acabados muy correctos. La impresión de
calidad es alta y el equipamiento, completo. Hay espacio para los ocupantes y
su equipaje, mientras que el conductor es tratado con mimo en un puesto de
mandos bien pensado y resuelto.
Nos
encanta proponerte este coche diésel para que no pienses en un híbrido y no sólo
por su gasto de carburante: su imagen atípica, su curioso (y cómodo) interior y
sus soluciones convierten el C4 Cactus en una opción de compra muy original.
Para
empezar, consume una media oficial de 3,1 l/100 km, lo que ya de por sí es una
gran ventaja. Pero lo que quizá te acabe de convencer es su diseño, que le da
el aspecto de un SUV futurista. En su actual generación han desaparecido casi
por completo los famosos “airbumps” que le dieron la fama al nacer, pero sus líneas
siguen siendo muy llamativas.
El
habitáculo cuenta también con una imagen vanguardista que, además, no está
reñida con la comodidad. Los asientos son amplios, hay espacio para los pasajeros
y varios huecos en los que dejar objetos. Todo está hecho de forma sencilla,
sin alardes estilísticos. Se respira confort.
Quizá el punto débil sean las
prestaciones, pues el motor se queda corto en algunas circunstancias; en tus
viajes largos, echarás en falta algo más de viveza. Es el precio que hay que
pagar por un consumo ajustado.